Antes de desnudar al bebé comprueba que la temperatura del agua este entre 22 y 25° C para que no tenga frío, si es necesario cierra la ventana.
Deja correr el agua y asegura con la palma de tu mano de que está tibia (alrededor de 37°C). Y procura no llenar demasiado la bañera, el bebé debe tener la cabeza muy por encima del agua.
Enjabona su cuerpo con un jabón hipoalergénico de arriba hacia abajo insistiendo en los pequeños pliegues del cuello, los muslos, entre los dedos de las manos y los pies.
Al enjuagar asegúrate de que no queden restos de jabón en los pliegues de su piel. Si se pone nervioso o tenso, háblale para que se tranquilice.
El bebé no debe permanecer más de 10 minutos en el agua para evitar que se le seque la piel.
Nunca debes dejar solo al bebé, ni durante un breve espacio de tiempo; procura tener a la mano todo lo que vayas a necesitar.
Si lo bañas en el lavabo o una bañera grande presta atención a los grifos para evitar que se de un golpe.
El mejor momento para bañar al bebé es al final de día porque le ayuda a conciliar el sueño con mayor facilidad.
Intenta bañarlo siempre a la misma hora porque así le ayudará a ir reconociendo los diferentes momentos del día.
Bibliografía: El bebé, instrucciones de uso – Larousse