Las estrías son prácticamente inevitables, aunque algunas mujeres consiguen librarse de ellas. Cuando la piel se estira para acomodar el útero en expansión, se producen las estrías. Algunas mujeres también tienen una predisposición genética a padecerlas. Suelen aparecer como rayas rosáceas a lo largo del abdomen y los senos, pero varios meses después del parto se vuelven de un color grisáceo brillante o blancuzco. El color exacto depende del tono de la piel: por ejemplo, son más marrones en las mujeres de piel oscura.
Ninguna crema es totalmente efectiva para prevenir las estrías. Muchas personas creen que frotar aceite con vitamina E sobre el abdomen sirve para prevenirlas o para hacerlas desaparecer, pero la efectividad de este remedio no ha sido probada. Lo mejor es evitar un aumento excesivo de peso y hacer ejercicio regularmente para mantener el tono muscular, ya que alivia la presión del útero sobre la piel que lo recubre.
Recientemente algunos dermatólogos han empezado a utilizar un láser especial que puede servir para reducir las estrías después del parto. Por otro lado, hay especialistas que aconsejan tratar las estrías después del parto con una crema que contenga ácido retinoico. Sin embargo, no debes de utilizar estas cremas durante el embarazo ni durante los meses en los que estés amamantando al bebé. Si las estrías son especialmente visibles, consulta a un dermatólogo algunos meses después de dar a luz.
Bibliografía: Embarazo para dummies – Joanne Stone y Keith Eddleman.